En el hábitat de una empresa conviven diferentes tipos de profesionales, con diferentes niveles educativos, que pueden percibir la información transmitida de diferente manera en función del puesto de trabajo que ocupen, o en función de sus circunstancias personales o profesionales en el momento de recibir la comunicación.

Una buena comunicación interna puede ser un factor determinante en el éxito de cualquier proyecto. Elegir el mejor lugar, tiempo y forma para realizar una comunicación puede suponer la diferencia entre un mensaje bien aceptado por un equipo, a pesar de que no sea una buena noticia y viceversa.

  • Planificar y preparar la comunicación: elige de forma inteligente la situación, el momento y el tono. Conseguirás alcanzar una buena comunicación interna.
  • Ten un objetivo definido y una finalidad constructiva.
  • Asimilación de la información: No todos asimilamos y procesamos la información de la misma forma manera, una vez que entendamos eso, nos comunicaremos de manera más comprensiva y paciente.
  • Felicita en público y se corrige en privado. 
  • Control: cuando hay una crisis o ha sucedido algún suceso negativo es esencial comunicarlo a tu equipo antes de que se enteren por terceros. Eso generará confianza y sentimiento de equipo en tu empresa.
  • Elige cuidadosamente tus palabras: si se trabaja bien el mensaje y se tiene empatía con el interlocutor se encontrarán las palabras adecuadas para una buena comunicación.
  • La comunicación no verbal es importante: según varios estudios el 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos.
  • Elección del mensajero: casi en la mayoría de los casos, lo más positivo es ser tú mismo quien exprese el mensaje o la noticia a dicha persona.
  • Aprende a escuchar de forma activa.

 



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