Los convenios colectivos radican su importancia en la relación de las empresas con su plantilla, ya que, en la sociedad actual, se vela por las libertades de esta y se defienden sus intereses a través del Estatuto de los Trabajadores.
Pero, si aún no sabes cómo negociar un convenio colectivo, es importante que sigas leyendo este post; Aplicaciones Reunidas pone a tu disposición toda la información que necesitas sobre este tipo de acuerdos: qué son, qué tipos existen, su tiempo de duración y una serie de consejos sobre cómo llevar a cabo este tipo de documentos.
Un convenio colectivo es un tipo de acuerdo en el que se recogen, a través de un documento firmado por el representante de los trabajadores y la empresa, todos los derechos y pautas a las que se acondicionan los trabajadores de esta: el salario, jornadas, vacaciones, tipos de contrato, horarios, etc…
El portavoz se encarga de defender sus derechos en cómo negociar un convenio colectivo y comprobar que todas las pautas y cláusulas se amolden a lo supuesto en el Estatuto de los Trabajadores; por ello, comprueba que todos sus derechos queden intactos y que no se produzcan anomalías o irregularidades con su contrato.
Además, los puntos tratados en el acuerdo no pueden pasar por encima a la legislación, por lo que los empresarios que quieran llevar a cabo alguna de estas anomalías, lo tendrán bastante difícil.
Todos los convenios tienen la misma finalidad: velar por las mejores condiciones para los trabajadores que conformen la plantilla; no obstante, existen diferentes tipos de ellos dependiendo de una serie de factores, como su función, el territorio, el tipo de trabajo, y su forma de aprobación.
Cuando hablamos sobre cómo negociar un convenio colectivo, debemos saber que no existe un plazo mínimo de duración para este, por lo que deberemos pactarlo entre ambas partes en la redacción del mismo.
Es posible, dentro del acuerdo, establecer un tiempo de vigencia bajo el punto “ámbito temporal de aplicación”, pero también podemos distinguir varias fases de este para renegociar, cada cierto tiempo, la materia o grupo de materias que necesitemos poner bajo el foco. Al fin y al cabo, se trata de los derechos de los trabajadores.
Un convenio colectivo debe negociarse pensando en una estructura y partes concretas que den sentido al documento. Este debe contener todas las partes de acuerdo a la legislación vigente y ninguna de sus cláusulas puede ir en contra de la ley y del Estatuto de los Trabajadores.
Por ello, deben tratarse temas de índole económica, laboral, sindical, y todas aquellas que afecten al empleo, como la relación de los trabajadores con la empresa y con las asociaciones sindicales que los representan. También se pueden acordar partes sobre situaciones de movilidad geográfica, modificaciones de los acuerdos, o suspensiones de contrato.
La potestad sobre cómo negociar un convenio colectivo viene determinada por el ámbito de aplicación de este, ya que dependiendo de dónde se instauren estos, los negociadores o representantes serán diferentes.
En el caso de los convenios de empresa, podrían ser interlocutores el comité de empresa, los delegados sindicales, o los representantes de trabajadores de la misma manera. Cuando, por otro lado, el convenio se aplica a toda la empresa, estos representantes deben tener el apoyo de la mayor parte de la plantilla.
A la hora de llevar a cabo cómo negociar un convenio colectivo, es importante que tengamos en cuenta una serie de consejos o recomendaciones de los expertos para desarrollarlo y conseguir los mejores derechos y libertades para los trabajadores de una empresa.
Cuando hablamos sobre cómo negociar un convenio colectivo, lo primero en los que tenemos que fijarnos es en toda la información de la que disponemos, hacer una preparación detallada de la empresa por completo, de su sector, de la economía y las conficiones generales de los trabajadores.
Además, también es importante tener en cuenta la información recopilada por otros grupos u organizaciones sindicales, que también habrán pasado por este proceso y podrán ayudarnos en gran medida a entender cuál es el contexto en el que nos situamos.
A la hora de cómo negociar un convenio colectivo, es importante analizar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de una organización. Empezaremos por los factores internos para acabar en los externos, lo que nos dará la oportunidad perfecta para entender todo lo que necesita la empresa y qué partes negativas podemos convertir en positivas.
Con toda la información que recopilemos de este ejercicio, podremos llevar a cabo unas peticiones mejor formuladas de cara a mejorar el convenio. ¡Recuerda! Lo que queremos es llegar a una solución en común y que pueda beneficiar a ambas partes.
Como hemos dicho en los dos pasos anteriores sobre cómo negociar un convenio colectivo, es importante nutrirnos de toda la información disponible a la que tengamos acceso; la información es poder, y conocer en qué flaqueamos y qué podemos mejorar es un factor esencial para llegar al mejor acuerdo.
Por ello, debemos escuchar las peticiones de la misma plantilla de trabajadores: qué quieren, qué les falta, cuáles son sus quejas o peticiones… Solo de esta manera podremos saber qué hueco deberemos llenar con respecto a sus derechos o necesidades.
Aunque suele ser el elemento menos tratado a la hora de llevar a cabo los convenios, es fundamental implantar en ellos ciertas medidas orientadas a alcanzar en las organizaciones la igualdad de género. Las peticiones de las mujeres deben ser escuchadas, al igual que las del resto de los trabajadores.
Las actitudes despectivas o críticas deben quedar fuera en cómo negociar un convenio colectivo; cada una de las partes debe escuchar las peticiones y sugerencias de la otra, y empatizar con su situación particular y la de la economía del sector.
Además, también es importante que ambas partes se respeten a pesar de tener intereses diferentes dentro del acuerdo. Si llegamos a una puesta en común entre los dos, podremos tener resultados mejores, por lo que se recomienda hacer las preguntas necesarias y atender a lo que tienen que decir los contrarios.
Es normal que haya diferencias y desacuerdos a la hora de redactar un convenio, pero los negociadores nunca deben perder el control. Por ello, antes de llegar a un punto crítico, es mejor suspender la reunión y dejarla para otro momento.
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