El autónomo persona física pasa a pagar 5,36 € más al mes, lo que significa que anualmente abonará 64€ más al año. El societario pasará a pagar 6,89 € más al mes. Lo que significa que su cuota aumenta 82 € más a lo largo del año.
Este incremento se debe a un incremento de la base de cotización de un 1,25%; y también de un aumento del tipo de cotización, que pasa a ser del 30%.
Pero, a cambio, la subida de la base mínima de cotización ha sido desvinculada de la subida del SMI, situándose en la media de los últimos años, pero con la importante novedad de unas considerables mejoras en las coberturas sociales por contingencias comunes, profesionales y por cese de actividad, así como por formación profesional lo que acercará las prestaciones de los autónomos a la de los asalariados.
Es decir, los trabajadores por cuenta propia tendrán derecho a cobrar el paro (2 años) y a recibir una cobertura por incapacidad temporal por enfermedad (baja profesional) además de que, dentro de los 24 meses posteriores a la prestación de baja por maternidad lo deseen, podrán obtener una tarifa plana de 60 euros durante 12 meses sin necesidad de cesar su actividad.
Por último, los nuevos emprendedores podrán iniciar su actividad abonando una tarifa plana de 60 euros al mes, 10 euros más que la actual, pero con las mejoras en las coberturas sociales anteriormente explicadas.